El ácido succínico es un ácido carboxílico presente de forma natural en diversas frutas (particularmente en las inmaduras) y en diversas verduras (como la lechuga); para uso industrial se sintetiza a partir de ácido acético. El ácido succínico es un regulador de la acidez y también un aromatizante. Puede estar presente en dulces, productos de panadería, etc. Del ácido succínico se deriva el succinato, que es un compuesto fundamental del ciclo de Krebs a partir del cual el fumarato es producido por la enzima succinato deshidrogenasa. El ácido succínico también es muy utilizado en el campo cosmético, no solo porque es un producto natural, sino también porque tiene propiedades exfoliantes. Se encuentra a menudo y de buena gana tanto en productos que tienen como finalidad devolver el brillo a la piel o en antienvejecimiento, como en cremas que tienen como finalidad tratar la piel gruesa, áspera y apagada.