La adenosina es un nucleósido que desempeña una función extremadamente importante en la constitución del ADN. La adenosina también juega un papel fundamental en los procesos bioquímicos, como en la transferencia de energía (en la transición de ATP a ADP) y en la transducción de señales, a través de cAMP. La adenosina cubre una amplia gama de actividades biológicas en el cuerpo humano. Esta molécula produce una serie de efectos que incluyen: En el cabello, la adenosina estimula el alargamiento del cabello; En el hígado, la adenosina previene la lipólisis, mejora la absorción de azúcares y provoca la reducción de los vasos sanguíneos; En los pulmones, la adenosina es capaz de estrechar las vías respiratorias y puede usarse para reducir la presión dentro de la arteria pulmonar; Sobre la piel, la adenosina puede incrementar la proliferación de fibroblastos, llevando a cabo un eficaz efecto anti-envejecimiento; En los riñones, la adenosina es capaz de disminuir el flujo sanguíneo y disminuye la secreción de renina (una enzima que tiene la función de promover la digestión de la leche y regular la reabsorción de agua en los riñones). Sin embargo, los efectos más evidentes de la adenosina son más notorios en el sistema nervioso central, porque en el cerebro esta molécula actúa como un neurotransmisor sedante.