La creatina está presente de forma natural en nuestro organismo y se sintetiza a partir de tres aminoácidos (glicina, arginina, metionina). Conocido principalmente por su eficacia para aumentar el tono y la masa muscular, también contribuye al buen funcionamiento de los sistemas nervioso y cardiovascular. La creatina es muy utilizada en el deporte como ayuda ergogénica, aunque la evidencia reciente también ha caracterizado una actividad antioxidante, cardioprotectora y neuroprotectora muy interesante. La creatina también se ha utilizado con éxito en el ámbito clínico, en el curso de enfermedades como distrofia muscular, esclerosis lateral amiotrófica, sarcopenia, caquexia e insuficiencia cardíaca.
La creatina se combina con ácido alfa-cetoglutárico. Este último es un intermedio del ciclo de Krebs, que es muy importante para la producción de energía. Entonces, la suma de creatina a ácido alfa-cetoglutárico da una producción de energía (ATP) significativamente más alta que la creatina monohidrato simple. Es muy similar al malato de creatina, con la ventaja de estabilizar mejor la molécula de creatina a pH gástrico, reduciendo así el porcentaje degradado por el estómago.