Arnica parece contener ingredientes activos que pueden reducir la inflamación y el dolor. También se le atribuyen propiedades antibióticas. Aplicado sobre la piel, se utiliza para reducir el dolor y la hinchazón, por ejemplo en presencia de esguinces y problemas de artritis, trastornos de los músculos y cartílagos, acné, picaduras de insectos y labios agrietados. Además, la árnica es un ingrediente de los tónicos capilares y de las preparaciones anticaspa. En forma de productos para tomar por vía oral, se propone en cambio contra el dolor de garganta, flebitis superficial y molestias en las encías asociadas con la extracción de las muelas del juicio.