Los fitoesteroles son un grupo de compuestos químicos de origen vegetal (que incluye estigmasterol, campesterol, sitosterol) presentes en las semillas producidas por determinadas plantas, como la soja. Dado que se encuentran en cantidades significativas en diversos alimentos, incluidos los frutos secos, los aceites vegetales y los cereales, se consumen fácilmente a través de los alimentos. Los fitoesteroles se utilizan como ingredientes en varios suplementos por su capacidad para reducir los niveles sanguíneos de colesterol y en particular del colesterol malo (es decir, lipoproteínas de baja densidad o colesterol «Ldl», el que se caracteriza por las lipoproteínas de baja densidad) y el consiguiente riesgo de la aterosclerosis. Los estudiosos coinciden en que para maximizar la utilidad de la ingesta de fitoesteroles, con el fin de reducir el riesgo de aterosclerosis en la población, sería necesario examinar la acción de los subcomponentes individuales de los fitoesteroles (estigmasterol, campesterol, sitosterol, etc.) sobre las lipoproteínas presentes en el cuerpo humano.
Según algunos estudios, los fitoesteroles también podrían prevenir la aparición de determinados tipos de cáncer (colon, próstata, mama) y favorecerían el mantenimiento de la próstata y el tracto urinario sanos en general.