El aceite de jojoba es un cosmético natural verdaderamente precioso para el cuerpo. Se obtiene presionando en frío las semillas de un arbusto originario de Arizona, México y California, la simmondsia chinensis. Tiene una textura con mucho cuerpo que se asemeja al sebo de la piel. De hecho, tiene la misma estructura molecular y esta característica explica muchos de sus efectos protectores para la epidermis. Rico en Vitamina E, B2 y B3 y minerales, contrarresta y alivia problemas relacionados con la piel como psoriasis, piel seca y descamada, acné, picor y eccemas. Penetra rápidamente en la piel, no es graso y pesa, pero deja una sensación sedosa y suave. Su uso continuado consigue reducir las arrugas de rostro y cuello. También tiene una acción hidratante y emoliente, que puede ayudar en caso de piel seca y agrietada.